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Mostrando las entradas etiquetadas como A fuego lento

A fuego lento. Casa Gerardo. Prendes

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En la aldea de Prendes. En la vieja carretera hacia el puerto de Gijón está Casa Gerardo, una vieja posta de comidas de mediados del 1800; cerca de donde el mar te enseña la cara más valiente de su costa y Asturias presume de bellas y abruptas ensenadas. Ingredientes: 3 Kg. de faba asturiana, 8 chorizos, 6 morcillas, 150 gr. De tocino, 100 gr. De lacón, caldo de gallina, sal, agua, 1 cebolla, pimentón y azafrán.   Elaboración:  La noche anterior se ponen a remojo (cubiertas de agua fría) les fabes, asimismo, en recipiente distinto, se pone el lacón en agua templada cortado en tres trozos. En una cacerola adecuada se ponen les fabes, el chorizo y la morcilla, todo ello cubierto de agua fría, a fuego medio y teniendo la precaución de espumarlo antes de que empiece a hervir (quitar la capa que sueltan las carnes al cocido) Roto el hervor se baja el fuego para dejar cocer lentamente durante hora y media. En otro recipiente tendremos hirviendo el lacón durante una

A fuego lento. Harry´s Bar - Venecia

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A mediados de 1950, a la condesa Amalia Nani Mocenigo, le recetaron una dieta extravagante a base de carne cruda. Clienta habitual de Harry's Bar de Venecia, le explicó a su dueño Giuseppe Cipriani tal contrariedad, y este, pensando cómo podría hacerle más agradable la comida sacó de la cámara frigorífica un solomillo de buey que fileteó en finísimas láminas. Lo presentó acompañado de limón, aceite de oliva, salsa worcestershire y queso parmesano. El amarillo de la salsa se superponía al rojo intenso de la carne, lo que le recordó las texturas utilizadas por su pintor favorito, el también veneciano Víttore Carpaccio.   No hace falta decir que este bar también lo frecuentó Hemingway                           En mercado: 300 gramos de solomillo de buey, 50 de queso parmesano, 2 cucharadas de aceite de oliva extra virgen, una de zumo de limón, 1 de alcaparras y media de sal. En Cocina:   Se limpia el lomo  quitándole cualquier vestigio de grasa

A fuego lento. Museo Peggy Guggenheim - Venecia

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El paseo por el Gran Canal, es uno de los más recomendados en la visita a Venecia. Sus palacetes de fachadas húmedas, los viejos hoteles de aspecto rancio y los estucos de las paredes luciendo la más amplia gama de colores. La vista se va acostumbrando a esa riqueza de matices, sensaciones e historias escondidas entre la estrechez de sus callejuelas. El museo Peggy Guggenheim es una sorpresa blanca, fresca.  Un volumen diferente, presidido en su terraza delantera por una escultura ecuestre de Marino Marini de una obscenidad subyugante . Después de disfrutar con la abstracción, el surrealismo y el expresionismo abstracto, su restaurante es la mejor escala para reponer equilibrar fuerzas. El Antipasto, es el aperitivo frío servido antes del plato principal, plato tradicional de la cocina italiana. Incluye desde especialidades del chef hasta las sencillas aceitunas. Su objetivo es abrir el apetito sin saturar los sentidos. Un preludio al gran banquete de carnes o

A fuego lento. Casa Terete. Haro

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Casa Terete. Haro (La Rioja) 135 años después, la cuarta generación de los “Terete” mantiene viva la esencia de la cocina familiar que tan famosa les ha hecho. Asar corderos es un arte para esta familia de Haro.  El restaurante,  al que antes se accedía  a través de la carnicería ofrece una carne joven, tierna, asada en el horno de leña sin más secreto que una buena dosis de mucho cariño. En mercado: (4 personas) 2 Cuartos de cordero lechal Manteca de cerdo, Agua, Sal Majado con: 3 Ajos Una pizca de sal gorda 1 Poco de vinagre En Cocina: Untamos la piel con un poco de manteca y sazonamos, buscamos es que la piel se haga “costra”. En cazuela de barro ovalada, añadimos un vaso grande de agua. Precalentamos previamente y al horno a 180º durante aproximadamente hora y media A mitad del asado preparamos el majado de mortero, le damos la vuelta a la carne y hechamos un poco de caldo del propio asado en el mortero, removemos

A fuego lento. Taberna La Bola

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Dicen que cualquier día de invierno, en Madrid, Alfonso XII se escapaba de Palacio para "apretarse" un cocido en algunas de las tabernas de las proximidades. Un buen cocido y una relajada sobremesa, se convertían en un placer real, calificado sin miedo a equivocarnos como un momento sublime. Sus ingredientes recuerdan su origen campesino, pero la manera de servirlo, separado en tres platos (vuelcos), es un ritual ya urbano y burgués. De primero, una sopa de fideos con el caldo; de segundo, los garbanzos y las verduras, y por último, las carnes troceadas y los huesos de caña. En mercado. (6 comensales): 250 gr. de garbanzos de Castilla, 500 gr. de carne de morcillo, caparazón de gallina, 2 pechugas de gallina, 2 morcillas, 6 chorizos, 1 trozo de tocino, 1 punta de jamón, 1 repollo, 1 cebolla, 3 zanahorias, 6 patatas pequeñas, 1 diente de ajo, fideos para la sopa. En Cocina: Poner en remojo los garbanzos el día anterior. En puchero de barro, se in

A fuego lento. Ristorante Puccini. Lucca

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Conocer la historia de uno de tus compositores preferidos es enriquecedor a pesar de que se trate de un personaje tan controvertido como el maestro de Lucca. Pero comer delante de la puerta de su casa, por la que salió y entró de niño miles de veces a patear un balón de tripas cosidas a mano, o más tarde con alguna de sus primeras partituras bajo el brazo, resulta de lo más emocionante. La imaginación se hace pájaro, y todo adquiere de pronto el sabor y el color de su Butterfly, o su Boheme, que dicho sea de paso no dejan de sonar por cualquier rincón de la ciudad toscana. En mercado:  Farro. 200 gr. - 4 personas (cebada a medio moler, después de remojada y quitada la cascarilla) 1 zanahoria,  1 cebolla,  4 tomates,  bacón o panceta 50 gramos,  un apio,  caldo 1/2 litro,  queso pecorino,  pan tostado y aceite de oliva virgen extra En Cocina: Remojar el farro al menos durante seis horas en abundante agua fría. Preparar un sofrito con la verdura, cortada muy

A fuego lento. El Cranc. Altea

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Al islote que hay frente al Cranc, se le conoce por el león dormido. Más hacia el sur el paisaje lo domina la bahía de Altea y el majestuoso peñón de Ifach, las lomas del Mascarat y su puerto deportivo. El único del mundo que coincide con el meridiano 000º 00' 00" de Greenwich. Fritura de pescado de la bahía. Mercado: Pescadilla, salmonetes, palallas, boquerones, harina, limón, sal y aceite de oliva Cocina: Limpiamos, lavamos y escurrimos los pescados. Calentamos bien el aceite para la fritura. Sazonamos los pescados, enharinamos y vamos friéndolos por tandas en el aceite caliente. Los sacamos y los dejamos escurrir sobre una fuente con papel absorbente. Para servir, disponemos en los platos dos o tres piezas de cada tipo de pescado. Acompañar de limón en gajos y ajo-aceite.

A fuego lento. La Hermandad. Fuenterrabía

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Esta “Plaza...” nació para gustarse y gustar a los demás. Lo primero implicaba una coherencia que marcase un estilo personal al opinar sobre temas de diferente índole y color, utilizando la escritura como herramienta. Lo segundo algo más relativo, pero muy satisfactorio, simplemente llegaría -si llegaba- por su propio peso. Esta “Plaza...” vio la luz con la única intención de  llevar al papel, a modo de diario, los recuerdos más significativos de unos cuantos años de vivencias, y le gustaría seguir haciéndolo con una cierta coherencia narrativa y con algún desahogo documental. Por eso, no quiere perder el Norte, y de vez en cuando vuelve la vista atrás y remueve sus orígenes. Esta "Plaza..." sabe que puede equivocarse, nadar contra corriente, incluso ahogarse con alguna imprudencia emocional. Pero también sabe, que esa desnudez de criterios, es la que le da fuerza, forma y continuidad. Hoy “La Plaza del Diamante” estrena una nueva sección que con el