Este jueves, relato. Recetas
Receta para recuperar el
amor extraviado.
A
pesar de los años pasados… ¡Cinco!
Es prioritario provocar un encuentro que
parezca casual, imprescindible en el Restaurante que ella suele frecuentar. Utilice
ropa de estilo opuesto al que usaba entonces, o sea, desenfadado pero elegante,
sencillamente a la moda y mantenga ese aire despistado que fue lo único bueno
que nunca le reprochó en la primera relación.
Entre al
local unos minutos después que ella buscando sin prisas un lugar en la barra de
forma que su presencia se haga visible, y a continuación pida un whisky de
marca en voz alta, asegurándose que se le oye en un entorno próximo.
Los
primeros gestos deben simular impaciencia
juvenil, como si esperase a alguien con la ilusión de una primera cita. Seguro
que le ha reconocido y no podrá evitar mirarlo de reojo.
Al
primer trago, simule que se atraganta y tosa lastimosamente. Ella acudirá en su
auxilio, sabe que no corre ningún riesgo, pero se lo debe, al menos por lo bueno
que hubo entonces.
Empezará
dándole unas palmadas en la espalda, y usted emocionado, sin mirarla le dirá:
-“Hace
cinco años que nadie me daba palmaditas de forma tan cariñosa”
Al
girarse para agradecerle el gesto, aparente sorpresa al tiempo que le lanza una
seductora sonrisa, parecida a la de aquella primera vez y de las que tanto le
privó al final.
En esa
distancia corta, procure marcar tableta pectoral, es el momento de sacar
provecho a dos años de gimnasio, tampoco le pasará desapercibido el vientre
plano y las nalgas tersas.
Sin
más dilación invítela a una copa, y pida sin esperar respuesta, a ella le
encantará comprobar que todavía recuerda su coctel preferido.
Cédale
un sitio a su lado y mientras le ayuda a sentarse hágale notar la respiración
en su cuello. Rozándole a continuación la espalda, dejando un halo de aroma
a aquella agua de colonia que la enamoró en su primera cita.
Lo
demás amigo, es coser y cantar. Eso sí, no olvide dar una buena propina al
gorila de la puerta para que con cualquier excusa evite que entre el prometido
de tu Ex…
Con esa puesta en escena el final ha de salir triunfante, siempre que el "ex" no le dé al gorila una propina aún mayor. Saludos
ResponderEliminarMadre mía... que puesta en escena..., ¿no existe otra receta más fácil?
ResponderEliminarUn relato corto excelente, aliñado de buenos propósitos, pero...cinco son cinco, a las cinco como los toros, se puso el varoncito expuesto, todo calculado, nalgas prietas, anoto gimnasio y receta...Retrasar relojes como si aún marcaran aquella hora, no suele resultar, suerte del gorila, suerte de ella, nostálgica !suerte! ex, ella y él, démosle una segunda oportunidad al agua de colonia.
ResponderEliminarBesito.
No se yo, si las palmaditas al ex de muchas serian tan cariñosas jajajja ¡ Buen relato ! Le deseo suerte, la va a necesitar seguro, cuando ya espera a otro la misión suele salir bién solo en los sueños.
ResponderEliminarBesos amigo.
Pues la receta es muy sugerente, cierto...pero la escena y ese presunto "ex" hacen del refrigerio algo entre triste y peligroso.
ResponderEliminarUn saludo
Me refiero al presunto de la "ex"
ResponderEliminarVaya cuanto esfuerzo señor mío, le advierto que lAs exes son mucho más listas de lo que lOs exes se creen, sobre todo si ellas fueron las que tomaron la iniciativa de dejarles, además, desde mi pto. de vista, esas reconciliaciones no suelen funcionar a poco que se tenga un mínimo de buena memoria.... y mira que nos gustaría a todos que no fuera así.
ResponderEliminarEn caso contrario, si hubiera sido ella la abandonada .... bueno.... ahí habría mucho carpaccio que cortar y la reconciliación puede salirle al varón mucho más cara de lo que se podría imaginar. Lo siento, una ya resulta demasiado cruel y realista, sera la vida puñetera. Bs.
Qué bien calculada cada acción! Jmmmm! Creo que ha sido la receta perfecta para sospechar de cualquier encuentro casual con algún ex (más si se atora), habrá que estar alertas!!! jajaja! Muy buen relato como siempre.
ResponderEliminarBesos!
Gaby*
Nunca segundas partes fueron buenas, así que me temo que de poco le va a servir tanta parafernalia y tanta puesta en escena. Tal vez debiera apuntar con sus estrategias hacia nuevos objetivos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Seeguro que con esa preparación, la reconquista, fijo que la reconquista
EliminarUn abrazo
Una historia de una reconcilación, es el menú perfecto para dos solitaras almas que
ResponderEliminaren su dia discreparon y discutieron acalorados y ofendidos. Ahora quieren darse una tregua, una nueva oportunidad. Nada que objetar. Tienen todo el derecho de sorprenderse y dejarse llevar por el corazón.
Interesante y literario relato. Me ha encantado.
Saludos!
Sin fisuras esta receta, solo una preguntilla, ¿porque no hizo todo esto antes de perderla? Atenciones múltiples, ropa apropiada, colonia a discrección...nada, detallitos simples. !Hombres! jejeje.
ResponderEliminarUn placer Alfredo.
Besos.
Estoy de acuerdo con San en su comentario, la receta la tenía que haber aplicado antes de perderla...sinceramente no creo que funcione aunque la receta tiene todos los ingredientes, seguramente ella ya haya perdido el apetito.
ResponderEliminarjajaja y al final el prometido de la ex se casa con el gorila??
ResponderEliminarBuena receta... puede que reavive el fuego y funcione.
Un beso!!
Es para anotar en un buen libro de recetas ocultas.
ResponderEliminarTips que se pueden aplicar para ser un buen conquistador y no morir en el intento... ;)
Buen estilo, sobre todo en las letras!!
besos
je! usté sí que sabe, eh?
ResponderEliminarun abrazo!
Creo que soñar cuesta menos que ir al gimnasio, pero supongo que el intento mereció la pena. Sobre todo la puesta en escena del conquistador ,jajaja.
ResponderEliminarUn beso
muy buena receta Alfredo considerando que las mujeres no olvidan ningún detalle es una prueba extrema. ¡Un saludo compañero!!!
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